"Tú me tendiste la mano y yo la tomé sin detenerme a buscarle un significado a mis actos, pero sentí la esperanza por primera vez..."

jueves, 25 de marzo de 2010

CAPÍTULO 12: UN CORAZÓN SANO.



Chicas lo primero de todo quiero darles las gracias por seguir por aquí, se que es complicado seguir una historia publicando tan de tarde en tarde, pero como algunas ya saben, mi vida cambió de la noche a la mañana por eso quiero pedirles disculpas por no publicar tan seguid,o.

Espero que les guste el capítulo. Mil besos a todas.

POV. ALE




Frio, mucho frio, ¿donde estan las mantas?, hace mucho frio.

Calor, hace mucho calor, tengo la garganta seca, que dejen de arroparme.

Frio, otra vez frio, que dejen de abrir las ventanas, por dios, voy a morir congelada.

Calor de nuevo, me abraso, ¿es qué nadie se da cuenta del calor tan sofocante que hace?


¿Llueve? ohhhh que bien, la lluvia aplaca el calor de mi piel que parece arder.


_....despierta por favor....amor_


Escuché esas palabras, como el que espera en el banquillo de los acusados y lo declaran inocente, como aquel al que le perdonan la vida, o el que tras una larga enfermedad que pensaba incurable le dicen que esta sano...no hacía falta abrir los ojos para saber que era él, el que había permitido soñar con un futuro distinto al que me había planteado para mí, él que había conseguido hacerme sonreir cada mañana con la sola esperanza de verle de nuevo, él que me ha devuelto las fuerzas para arriesgar en este mundo pararlelo del amor...



Pero mis ojos no soportaron la tortura de no recrearse con su imagen y se abrieron automáticamente ante esas palabras....amor....me había llamado amor, y yo quería responderle, decirle tantas cosas...pero mis ojos se cerraron llevandose consigo la imagen de un hombre desesperado, angustiado, sus ojos denotaban mucho dolor.


Me recreé en las palabras que habían salido de sus labios, el calor de mi cuerpo había desasparecio y aunque no podía abrir los ojos, lo sentía muy cerca de mí, podía oler su aroma, me embriagué de él todo lo que pude, y me deje llevar por este cumulo de sensaciones tan nuevas para mí, había estado interesada antes en otras personas pero lo que mis terminaciones nerviosas sentian con una simple caricia de este hombre, con un sola de sus palabras o con una simple sonrisa.


Todo me desborda desde que le conocí, mi vida ha cobrado otro sentido y ahora creo que tal vez, la vida me de una segunda oportunidad para ser feliz.

Pero mis miedos siguen ahí, es una persona a la que apenas conozco, no se nada de él, de su vida, de su pasado, de sus gustos, me aferro solo a lo que él provoca en mí, que ante esas sensaciones si que es cierto que no cabe duda alguna.

Tal vez sea hora de arriesgar, de dejar los miedos atrás, de dejarme llevar por los acontecimientos sin pensar demasiado, disfrutar de cada instante que pueda pasar junto a él, Alberto, mi médico, y es que en realidad no hay verdad más grande, él me había curado, había sanado mi corazón.


Mis ojos empezaron a escocerme y sentí la necesidad de abrirlos pero me resultaba casi imposible, tenía la boca y la garganta seca, y me dolía todo el cuerpo, parecía que me acababan de dar una paliza. Poco a poco, y no sin hacer un gran esfuerzo, conseguí ir abriendolos, adaptandolos a la claridad que me cegaba. Cuando se hubieron adaptado completamente a la luz, me percaté que no estaba en mi habitación, intenté reconocer el lugar, pero la verdad para mi todas las habitaciones de hospitales eran iguales, esta era difernte solo porque tenía muchos más aparatos. Me detuve un momento para observar a la figura que estaba a mi lado, estaba sentado en una silla al lado de mi cama, y dormia con la cabeza apollada sobre sus manos encima de mi cama, no podía verle la cara, y no llevaba atuendo de doctor, pero sabía que era mi médico, mi amor.

Acaricié su cabello húmedo con suavidad para no despertalo, pero fue inútil, con el más leve de mi roce Alberto despertó.

_Ehhh!!!! princesa, despertaste_me miraba con tal cara de admiración que era imposible no quedar hipnotizada por él.


_Eso parece_conteste devolviendole la sonrisa.


El tomó mi mano izquierda entre las suyas y las besos levemente.


_¿Cómo te encuentras?_ esta vez no estaba preguntando el médico a la paciente, en su voz pude notar la angustia que el sentía ante mi estado de salud, el hombre estaba preguntando a la mujer.


_Bueno, podía estar mucho peor_dije mirando nuestras manos entrelazadas esperando que entendiera que si estaba bien era solo por que él estaba a mi lado.


_Aunque me duele todo el cuerpo, siento como si me hubiesen dado tremenda paliza_


Los dos reimos, ante mi comentario.


_Es normal, has tenido fiebre muy alta y has estado inconsciente durante varias horas, poco a poco se irá pasando._ mientras hablaba no dejaba de repartir leves besos por mis manos.


_Eso espero porque me duelen hasta las uñas de los pies_ separó sus labios de mis manos para reir de nuevo conmigo y es que ambos pareciamos felices a pesar de la situación, a pesar de todo.


_Esa es una muy buena noticia_dijo sonriendo, yo lo miré con el ceño fruncido, no entendía a qué se refería, él se percató al instante_ es una broma princesa, lo de sentir las uñas de los pies_se puso serio por un momento.


Fue entonces cuando comprendí su ironía, pero es que era cierto, me dolían, centré mi atención en revisar cada parte de mi cuerpo, y pude comprobar como sentía mis dedos de los pies, mis pies, sentía tensos mis gemelos, y me dolían muchísimo las rodillas, los mulos los sentía como cuando paso demasiado tiempo montando a Única por el campo.

Lo miré, puse mi mano en barbilla para obligarle a mirarme, ya que su cabeza esta mirando hacía abajo como avergonzado por su desafortunado comentario. Lo miré fijamente a los ojos, para comprendiera que no estaba bromeando.


_Alberto, no es broma_él me miró ahora fijamente_ me duelen las uñas de los pies, las rodillas, las piernas, me duele todo mi cuerpo.


Esta vez no pude descifrar lo que sus ojos me decían, ese mar tan claro para mí, ahora me resultada imposible de entender, había sorpresa, emoción, alegría, miedo y....lagrimas. El hombre que tenía frente a mí lloraba de felicidad ante esta noticia, sus manos fueron directamente a mis piernas. Tocó mis dedos, la planta de mis pies haciendome cosquillas, mis gemelos endurecidos, mis rodillas y subío por mis mulos palpando cada milimetro de mis piernas.


_Lo sientes_ me preguntó con sus manos en mis caderas.


_Te siento_ le contesté para incorporarme en la cama y atraerlo hacia mí para besarlo.


Aaaayyyyy la habitación se caldeó demasiado......dejen sus comentarios chicas.



4 comentarios:

romii dijo...

ahahha!!!!!! dios!!! nooo
como lo cortaste, eres la mas malvada entre las malvada jajaj... lo dejaste... ag... recupero la sensibilidad de las piernas???!!!!!! o dios que biennnnn... ajjaj no me lo imagine ni un pococ jajaj... bueno chika eso besotes y pues tendre que esparar paciente el proximo capi, espero nos leamos pronto, xoxo... romii

Ang dijo...

Se recupero Ale!!! Q alegria de ver un capi nuevo, q tenias el blog muy olvidado...besos.

Arantxa dijo...

OHHHHHHHhhh por fin siente algo, ojala que recupero toda la sensibilidad.
Alice , si recibi el mail, te lo oba a decri en lla cbox pero por alguna extraña razon no me carga en tu bog.
Un besazo


Bonnie

Teles dijo...

Alice!!! me encantó el capi, mucho,muchísimo! Genial que ya sienta las piernas!!! nada, ya espero el próximo!
Un beso.
T.