Decirles que espero que les guste el capi, me van a permitir que se lo dedique a una buena amiga que esta pasando por un momento dificil, su abuela esta bastante mal, Ang que sepas que te he cogido mucho cariño, sabes que estoy aquí para lo que necesites y que estoy deseando contarte todo lo que me esta pasando.
Mil besos a todas, y por favor comenten vale??????
Alice_t
_Buenos dias señorita Alejandra, ¿cómo ha pasado la noche?_
La enfermera entró sonriente a mi habitación como cada mañana, la verdad es que no podía tener ninguna queja del hospital, la atención que estaba recibiendo ere inmejorable, claro supongo que el estar liada con uno de los médicos puede que influyese un poco.
_Voy a tomarle la temperatura y la tensión y más tarde le traeré la medicación que el doctor Martinez ha dejado estipulada para usted_
Claro lo había dejado indicado en mi informe porque hoy no vendría al hospital, era su día libre, aunque prometió venir a verme a lo largo de la tarde si podía. Recordé como ayer en su visita rutinaria para curar las heridas de mi cuerpo, me lo prometía contra mis labios, grabando su promesas a fuego sobre los mios _realmente no me siento capaz de pasar un día entero sin verte_ me dijo trás haber tocado cada rincón de mi piel de cintura para arriba. Era una situación tan angustiosa desearlo tanto, tenerlo tan cerca y no poder disfrutarlo, es como la tentación que dios puso a Eva en el paraiso, y este hospital aunque sea irónico, es mi paraiso personal y Alberto, la más grande tentación, y si Eva cogió pronto la manzana yo en su situación ya la habría deborado. Pero el día de hoy sería mucho más largo, ante la incertidumbre de si vendrá o no, pero no quería pensar eso, tenía que comportarme como una mujer adulta que es lo que era y no una quinceañera locamente enamorada que no puede pasar 24 horas sin ver a su noviete.
La enfermera terminó con su tarea y salió de la habitación sin dejar de recordarme que volvería más tarde con la medicación, dejando paso a mi familia y mis amigos que entraban en manada a la habitación saludandome.
_Wuauu, que madrugadores sois, me teneis sorprendida_ tal vez el día no fuese tan largo con todos ellos aquí.
Estaban mis padres, no me había fijado hasta hoy, pero mi madre parecía cansada, agotada, y a decir verdad, es que apenas se había separado de mi lado, más allá de lo indispensable, alcé un poco mi mano para que ella me la cogiera y apreté un poco, mi madre se llevó nuestras manos entrelazadas a sus labios y besó el dorso de la mia, no dijo nada, pero no era necesario, dicen que todos tenemos un alma gemela a la que estamos enlazados en todas nuestras vidas, en esta que me toca vivir ahora, estoy segura de que mi alma gemela es mi madre.
Se hizo a un lado para dejarle paso a mi padre que se acercó a besarme en la frente.
_¿Qué tal esta mi pequeña hoy?_el tambien parecia cansado, pero le costaba mucho mostrar sus sentimientos, a veces podía llegar a ser un tampano de hielo si se lo proponía, en eso nos parecíamos muchisímo él y yo.
_Bien papá, solo un poco desesperada de estar en esta cama metida, por no sentir las malditas piernas_
_No te quejes tanto amiga, que te vamos a alegrar el día_ahí estaba Noe con su ironía, ella sabía que era el día de descanso de Alberto_te hemos traido churros con chocolate para desayunar_.
Mi hermano mayor levanto la mano para que pudiese ver la bolsa en la que traian los churros, y en acto seguido entró mi cuñada y Victor con una bandeja con siete vasos llameantes de chocolate.
_Vaya veo que estais muy sincronizados_ les dije intentando incorporme.
Me ayudarón y disfrutamos de nuestro desayuno entre risas y bromas, era genial estar así con mi familia, saber que siempre estaban conmigo, además de los incondicionales de Noe y Victor, esté último, se acomodó a mi lado en la cama y de vez en cuando, me daba de comer en forma de broma o me manchaba la cara de chocolate.
No habiamos terminado de desayunar cuando la enfermera volvió, en el carrito traía infinidad de medicamentos.
_Ale como te pongan todo eso te tienes que poner bien de todas todas_ me dijo Victor, señalando el carrito con la cabeza.
Todos reimos por su comentario, el ámbiente estaba cargado de felicidad a pesar de mi situación y el lugar en el que nos encontrabamos.
La enfermera seguía mirando los papeles que traía, y los comparaba con los medicamentos una y otra vez, salió de la habitación sin decir nada para volver después de unos minutos con más papeles en las manos, miró de nuevo todo lo que llevaba en el carrito y dejó los papeles encima de mi cama, para coger una jeringuilla. Mi madre le prenguntó si debían salir, pero dijo que no era necesario. Cogió un botecito de liquido transparente y llenó la jeringuilla por él para inyectarmelo, yo giré la cara, aborrecía las agujas, me encontré con la mirada atenta de Victor que me cogió la mano infundandome confianza. Apenas sentí el pinchazo, pero si la quemazón del liquido al entrar por mis venas y apreté la mano de mi amigo, que me sonreía.
_Ya está, ¿no ha sido nada verdad?_realmente la situación era graciosa, porque la enfermera se veía que era más joven que yo y ahí estaba dandome animos, mientras yo tenía que estar cogida de la mano de alguien porque no podía soportar un pinchazo_si necesitan alguna cosa pulsen el botón ¿de acuerdo?_ y salió empujando su carrito.
La conversación llegó hasta el momento en el que nos pusimos a recordar nuestra infancia, las travesuras que habiamos compartido, como mis hermanos siempre nos mandaban a Noe, Victor y a mi a hacer las jugarretas para que no los culpasen a ellos. Yo les miré la mayoría de ellos estaban en camiseta de manga corta o como Noe y mamá, con unas camisas muy finas, pero yo tenía un sensación de frio insoportable, pero no dije nada, no quería preocuparlos ni enturbiar el ambiente. Poco a poco, me fui recostando y los dejé seguir con sus anecdotas, ya estaban exagerando alguanas, intenté quedarme dormida acurrucada como un bebe intentando no castañear los dientes.
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POV. ALBERTO
Me miré en el retrovisor de mi coche y mi espejo me devolvía el reflejo de un hombre feliz, no sabía el rumbo que iban a tomar las cosas, pero de lo que si estaba seguro, era de que quería intentar tener una relación con ella, quería curarla egoistamente para depués poder disfrutar con ella, al 100%, como tanto deseaba. Me desvivía porque el dia pasase rápido, para verla nuevo, mi cabeza ingeniaba una y mil formas de como encontrar un hueco para ir a verla. Pero ahora tenía que lidiar con otro asunto, me diría al aeropuerto a recoger a María y conociendola como la conocía sabía que llegaría exaltada, eufórica sin parar de hablar y sin dejar hablar a nadie. Quería hablarle de Ale, necesitaba decirselo más que nada porque hasta ahora me era indiferente que los demás pensaran que somos pareja, incluso que ella se comportase como tal, ya que mis escasas conquistas no me duraban más de una semana y siempre estaba ella ahí para consolarme, pero esto era distinto, yo quería que fuese distinto.
Deje mi coche en el aparcamiento y me dirigí a la zona de llegadas internacionales, en el panel indicaba que el vuelo procedente de Nueva York llegaría en diez minutos. Me senté a esperar mientras observaba a la gente como se abrazaban al reencontrarse con sus seres queridos, los padres con los hijos, las parejas,....y al fin apareció María entre la gente, tan guapa y elegante como siempre, era realmente hermosa, cualquier hombre se derretiría ante ella, pero en mi ya no había lugar para ella, no después de conocer a Alejandra. Venía cargada con dos maletas, un neceser y un enorme bolso de Carolina Herrera, y sin equivocarme se abrazó a mi saltando.
_Ohhh, Alberto como te he echado de menos, la próxima vez tienes que venir conmigo, pero para para que no te enfades te he traido un regalito, tambien a tus padres y a Jaime y...._
_Bien bien, María pero sueltame y habla más despacio, no te estoy entendiendo nada_ le dije sonriente mientras cogía las maletas.
Ella me soltó y caminó a mi lado hasta el coche pero fue imposible hacerla callar, me contó todo lo que había hecho, cada lugar en el que había estado, los restaurantes en los que había estado, y la multitud de tiendas en las que había comprado, yo me limitaba a sonreirle, sabedor de que interrumpirla sería una estupidez por mi parte, además prefería que lo contara todo ahora para después hablar yo. Así el trayecto hasta la casa de sus padres pasó rapido, María estaba ansiosa por ver a su familia, y como era normal en su casa le habian preparado un almuerzo de bienvenida, en el que además tambien estaría la mia, lo que si me sorprendió fue ver allí a Jaime cuando llegamos, era amigo de la familia tambien pero nunca había formado parte en estos eventos. María se bajo del coche casi sin esperar a que lo detuviese, corrió hacia sus padres para abrazarse los tres, después mis padres se unión a su abrazo, eramos una familia.
_Oye, tu_ llamé la atención de Jaime que miraba absorto la escena_ ¿por qué no ayudas a bajar las maletas? la niña viene de vacio_le dije indicando el maletero hasta arriba de maletas.
Mi amigo rio y se acerco para ayudarme, entre los dos cogimos todas las cosas y las llevamos a la entrada de la casa.
_¿Qué haces tu por aquí?_ dicen que la curiosidad mató al gato, y si mi amigo hubiese podido matarme con su mirada lo habría hecho_ no quise molestarte, hombre, solo que se me hizo extraño verte cuando llegue_ aflojó un poco la mandibula.
_Vine para comentarle un caso al doctor, y me invito a que me quedase a comer. No pude decir que no_
Eso era cierto si los padres de María te invitan a algo no aceptaban un no por respuesta, así había salido ella, pero me extrañaba precisamente que fuese hoy el día en el que viniese a consultarle algo a su padre.
Llegamos hasta la entrada y los saludé a todos, entramos a la casa y como no, María se dedicó a repartir todos los regalos, dos juegos de pendientes y collar para las madres, gemelos para los padres, una botella de vino para Jaime y un pequeño cuadro con las vistas de Nueva York para mi. Estaba feliz preguntandonos a unos y a otros si nos habían gustado los regalos, se acercó a mi para indicarme algo del cuadro.
_A ti te he traido algo más, pero te lo daré más tarde a solas_ me dijo rozando sus labios en mi oido, entro momento mi cuerpo de hombre hubiese reaccionado, pero ante ese roce mi mente viajo hacia una habitación de hospital a unos kilometros de donde me encontraba ahora y solo pude retirarme de ella intentando no ser grosero.
Llegó la hora del almuerzo y todos nos dirigimos al comedor, la comida era esquisita como siempre, tenía algo especial, yo me dediqué a comer en silencio mientras pensaba en el momento de hablar con María, quería hacerlo lo antes posible, para poder así, ir a ver a Ale al hospital, no hacía apenas hacia 15 horas que no la veía y ya la echaba de menos.
_Alberto cuentame algo del caso que estas llevando en el hospital_ esas palabras me sacaron de mis pensamientos de vuelta a la realidad_ me ha dicho Jaime que te tiene muy ocupado, que es un caso realmente extraño_ miré a mi amigo de forma inquisitiva, por qué le había hablado del caso de Alejandra.
_Eso cuentanos, que a mí me has tenido preocupada casi tres dias sin saber nada de tí_
María remalcó la situación para que todos mi miraran esperando una respuesta, una respuesta clínica claro, no la que ahora estaba haciendo que mi corazón bombeara a mil por hora. Para mi disgusto mi amigo Jaime tomó la palabra.
_Se trata de un caso de insensibilidad localizada sin rotura a raiz de un accidente, la chica no puede sentir las piernas....._
_Así que es una chica, ese es el motivo por el que estabas tan interesado_ María decía esto en broma, para hacernos reir a todas, pero nunca estuvo tan cerca de la realidad_ ¿Y? ¿Cómo es ella?_ no sé que esperaba que le contasemos que era un monstruo de tres ojos, con berrugas....
_Es una chica muy guapa, la verdad_decía Jaime_¿verdad amigo?
Jaime estaba jugando a un juego que yo desconocía, y lo más importante no sabía por que lo hacía.
_Sí, si que lo es_ no podía ni quería negarlo.
En ese momento mi movil sonó en mi bolsillo, lo saqué y vi el número del hospital, el corazón se me encogió, un mal presentimiento vino a mi. Descolgué.
_Sí_
_Doctor Martinez_ la voz al otro lado del telefono sonó muy agitada_ siento molestarle en su día de descanso pero...._ ¿esta mujer no podía hablar más rapido? quería saber ya que estaba pasando_ ...pero la paciente,...Alejandra, a sufrido una crisis, tiene una fiebre altísima y no conseguimos hacerla despertar.
8 comentarios:
aaaaaaaaaaaaa!!!!!! dios.... que le paso?!111 pobre ahahahha!!!!!!! mira como nos dejas alice,... venga y tandremos que esperar hasta cuando por el proximo? de verdad que maría me desespera... jjaja... bien <:(sera pos, tendre que aguantarme y quedarme pensando... que pasará? dios.... bueno excelente como siempre besotes chika y nos leemos pronto =)
da igual estar enferma si encuentras a alguien que te cuide de esa manera jejejej a ver si se pone buenecita yaaaa
nuski
Gracias por la dedicatoria, yo tb te tengo muxo cariño. No se como lo haces, pero siempre q termino el capi tengo ganas de leer el siguiente. besos.
Cuantísimas explicaciones nos quedan!! Alice me encanta el capítulo, y qué castiza la parte del desayuo!! Yo creo que todos conocemos a alguna como María...
Un beso.
T.
Necestio saber mas ALice, me quede con ganas de tantas mas. Publica pronto, se que tu nuevo trabajo no te lo permite pero...hazlo cuando puedas , cuanto antes mejor.
Esperando el siguiente capitulo....
Bonnie
Mi Dios mi Dios!!
Qué le pasooooooooooo?!
Lo salvo la campaña! jeje
Claro, te leere los fines de semanita, suerte en el nuevo trabajo ;)
haaaayyyy me dejastes mal publica rapido que esta muy buena la historia y no aguanto tanta espera saludos y suerte me encanta como escribes
El momento se acerca, cambios, alteraciones y nuestro ser allí esperando que dejemos salir al amor. Besotes mi Alice
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