"Tú me tendiste la mano y yo la tomé sin detenerme a buscarle un significado a mis actos, pero sentí la esperanza por primera vez..."

viernes, 12 de marzo de 2010

CAPÍTULO 11: LA RAZÓN DE MI EXISTIR

Chic@s perdón por el retraso, este fin de semana fue mi cumple, y lo pasé fuera celebrando. Este capitulo es cortito, pero muyyyyy romantico, ayyyy este doctor cada día me gusta más.
El próximo esta casi listo, es desde el punto de vista de Ale.

Porfisss amigas dejen sus comentarios, me hacen muy feliz.


POV. ALBERTO

Me faltaba carretera, mi pie derecho pisaba el acelerador a tope y nunca antes se me hizo el camino al hospital tan largo, la enfermera solo me había dicho que Ale tenía fiebre muy alta, y que no conseguían despertarla, ¿despertarla?, eso quería decir que estaba inconsciente, la situación era muy grave.

Llegué sin pasar por mi consulta, sin coger el informe, sin coger siquiera mi bata blanca. Entre en la habitación, la imagen era dantesca, ella tumbada en la cama, con los ojos cerrados, inmovil, botes de medicación conectados a la via intravenosa de su brazo, dos enfermeras, una a cada lado de su cama poniendo paños de agua fria en su frente, y su familia en una esquina observando todo con rostros desesperados.



_¿Cómo está?_dije a una de las enfermeras mientras me acercaba a su cabecera, automaticamente comprobé su temperatura, estaba ardiendo, su pulso y su respiración.



_No responde, Doctor, lleva con fiebre alta más de dos horas_


No lo pensé, la desconecté de los medicamentos, y la cogí en brazos.


_Abrá el grifo del agua fria_ le dije a la enfermera levantando a Alejandra de la cama en mis brazos.


_Vamos princesa...vamos a hacerte despertar_ le susurré en el oido.


La llevé hasta el pequeño aseo que había en la habitación, y me introduje con ella en brazos como si de un bebe se tratase bajo el agua fria de la ducha. Noté como su cuerpo se estremeció cuando entro en contacto con el agua fria.


_Sé que esta fria princesa pero tienes que aguntar, despierta por favor...amor_

Sus negros ojos se abrieron por un instante para mirarme un segundo y volver a cerrarse, quería q volviese a abrirlos para perderme en esa inmensa oscuridad, para sumergirme en ellos y llegar hasta su alma, hasta su corazón y apropiarme de él para siempre. Por fin lo entendí, ella había llegado a mi vida, para darle otro sentido, para darme una razón para sonreir cada mañana al despertarme...

Salí de la ducha con ella todavía en mis brazos, dejando el grifo abierto tras de mí y un reguero de agua a nuestro paso, la posé en la cama y dejé que su madre la cambiase de pijama, con ayuda de la enfermera, mientras yo ordenaba su traslado a la sala de cuidados intensivos del hospital. Aproveche para ir a mi consulta y cambiarme la ropa mojada, siempre tenía algunas prendas en el pequeño armario por si fuese necesario usarlas. Me dirigí hacía la nueva habitación de Alejandra a toda prisa, sabía que estaría bien, le habían sumistrado la medicación y la fiebre estaba bajando, aún así, quería estar junto a ella. Entré en el pasillo, y toda su familia al completo se encontraba allí, me dí cuenta que todos deben estar muy unidos, no la han dejado sola ni un momento, y siempre que ha sufrido algún percance todos han estado junto a ella.

_Se que no les va a gustar lo que les voy a decir_sabía que todos y cada uno de ellos querían estar junto a ella en este momento_ pero esta area es restringuida y nadie puede entrar en la habitación_

Su madre abrió la boca para decir algo, pero su marido le cogió la mano dandole confianza.

_De acuerdo, doctor estaremos en la sala de espera para cualquier cosa_ el hombre tenía un aspecto serio y hablaba con la solemnidad de un juez, pero con una mirada amable, aunque ahora sus ojos solo denotaran tristeza, cansancio y preocupación.

_Creo que deberían irse a casa a descansar, Ale....._ no me dio tiempo a terminar la frase su madre me cortó tajante.

_No iremos a ninguna parte doctor, esa que está ahí dentro_ dijo señalando con la cabeza la puerta de la habitación de Alejandra_ es mi hija, y no la voy a dejar sola_ parecia una loba defendiendo a sus cachorros, siempre me asombraba el coraje de las madres es un don natural que la naturaleza les concede.

_¿Te quedarás tú con ella?_

La amiga de Ale se dirigió directamente a mí. No era una pregunta lo que me estaba haciendo era una afirmación.

_ Sí, les avisaré ante el más mímimo cambio, quedense tranquilos_

La chica me sonrió y pasó el brazo por encima de los hombros de la madre de su amiga para indicarle que caminase, y así desaparecieron por el pasillo que les conducia a la sala de espera. Esta iba a ser una larga noche para ellos, bueno más bien para todos.

Entré en la habitación, cogí la silla que se encontraba en una esquina y la acerqué a la cabecera de la cama de la mujer que me dejaba sin dejaba sin aliento. Tenía el oxigeno puesto en la nariz, y la medicación conectada a su brazo izquierdo. La bese tenuamente en los labios y cogí su mano entre las mias, para llenarlas de besos leves y suaves, necesitaba que de alguna manera ella supiese lo que sentía por ella.

_Despierta princesa, te necesito, necesito que despiertes para decirte tantas cosas_

Realmente no pensé en que pudiese escucharme, pero necesitaba oirmelo decir a mi mismo en voz alta.

_ Creí que me moría cuando te vi, ahí, en esa cama, en ese estado. Te juro que mi corazón se paró por un segundo, para latir solo con la idea de salvarte. Has venido para poner patas arriba mi vida, mis sentemientos, para hacerme creer en algo que creí imposible. La primera vez que vi tus ojos encontré el tesoro más preciado y ahora quiero llegar a él, tienes que dejarme llegar hasta a tí, amarte, cuidarte, protegerte, compartir contigo mi vida es en lo único que pienso desde que te conocí y ahora no voy a permitir que me dejes, no sin saber que sientes tú por mí, sin saber cuan grandes son tus sentientos. Quiero conocer todo de tí, tu vida, tu gustos, tus aficiones, todo_

Me quedé callado mirandola, era tan hermosa, acaricié sus mejillas con la llema de mis dedos y sonreí, porque gracias a dios ella no había escuchado nada de lo que le había dicho y era consciente de que aunque estuviese despierta no puedes soltarle todo eso a una persona de la que no conoces nada y no tienes de idea de como puede reaccionar ante tal declarción.

Acaricié sus labios suaves como la piel de melocotón, para besarlos de nuevo.

_Te amo_ susurraron mis labios sobre los suyos en el silencio de la habitación

A qué es lindo......Dejen sus comentarios.....

6 comentarios:

romii dijo...

aaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!
dios! que lindo! me encató, tan cortito... mira como me dejas... yo lo quiero! T_T y que le pasa a alejandra? se va a recuperar pronto no? pliss ajaj... bueno excelente como siempre, ya quiero el que sigue =) besote sy nos leemos pronto

Ang dijo...

Corto pero intenso...es una declaración de amor en toda regla....guaaaaauuuuuhhhhh este doctor, es un amor!!! Sigue asi. Besos

¡¡bamh!! dijo...

Aaaw! Pobresillo
No solo haces sufrir a Alberto en la historia, tmb a mi, que le pasa a Ale!! o_o ??

Arantxa dijo...

¿POrque tan corto ALice? jo yo quiero mas y mas, publica pronto si, tu regalo esta casi apunto cuando lo tenga listo te aviso. Mi cumple sera el viernes ni que decir tiene que estas invitada.

Anónimo dijo...

ay como me gusta!!!!!a ver como sigue amigui!!!!!
nuski

Unknown dijo...

Ahh el amor, tierno y maravilloso sentimiento que nos inunda y hace explotar de felicidad a nuestro corazón. Besotes mi Alice